sábado, 6 de septiembre de 2014

Martha Elisa Nateras González y su aporte a las políticas públicas.

Elaboró: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

Para la autora, la definición de una política pública o también llamada policy, se puede entender en dos maneras, la primera como una disciplina que surge en la década de los cincuentas, principalmente en países como los Estados Unidos e Inglaterra, se enfoca en estudiar los problemas públicos y los procesos de toma de decisiones por parte de las mandos públicos. La segunda definición, hace referencia a la política gubernamental o de una organización de la sociedad civil, es decir, el quehacer gubernamental de una autoridad política.
Nateras menciona que dependiendo de la literatura que se estudie, la definición de políticas públicas se puede obtener a partir de dos enfoques
1.    El enfoque descriptivo se concentra en analizar si la política es sólo decisión, producto de una autoridad legítima que actúa en un marco legal, o implica algo más, es decir, la política es producto de una actividad gubernamental.
2.    El enfoque teórico, “nos remite a reconocer, que la mayoría de las teorías politológicas señalan que el consenso y el conflicto son elementos inherentes de la política, por consiguiente las políticas son elaboradas a partir de la interacción entre el gobierno y los ciudadanos”.[1]
Además, Nateras refiere que para saber cuál es el campo de acción de las políticas públicas se consideran cuestiones, como: qué la hace política, y qué la hace pública. Entre los elementos que la hacen política destaca los siguientes:
1.    El problema, tiene que ser público, además se debe considerar su legalidad frente a otras problemáticas y se tendrá definir qué tipo de  problema, para que se le de seguimiento.
2.    El diagnóstico se determinan determinar los objetivos generales y acciones que se realizarán para cumplir dichos objetivos, así como también es necesario conocer con qué recursos se cuenta.
3.    La solución, se basa en función de la claridad y legitimidad del problema.
4.    La estrategia, depende de la solución que se haya definido.
5.    Los recursos, pueden ser organizativos, presupuestales y legales.
6.    La ejecución, es  la instrumentación de las acciones y la evaluación de las mismas.
Para lo público menciona lo siguiente: “público se refiere a la acción colectiva, generada por el público ciudadano y no necesariamente por parte del Estado público”.[2] En tanto que un problema público se podría considerar que son situaciones que afectan a todos los individuos o miembros del Estado.
Una vez definido lo que es público, se tendrá que considerar, qué la hace política, y qué la hace pública, la autora nos brinda una de lo que es una política pública:
“Son acciones colectivas racionales, diseñadas en el ámbito de lo público, encaminadas a  resolver problemas o asuntos de interés público de una comunidad en específico; por lo tanto,  constituyen una eficaz herramienta de la sociedad para influir en las acciones orientadas al bien  común, a partir de mecanismos de participación, corresponsabilidad y rendición de cuentas,  trascendiendo el terreno de lo meramente gubernamental. Si bien es cierto que lo gubernamental  es público, lo público trasciende lo gubernamental, puesto que el análisis y diseño de políticas  públicas, constituye una acción corresponsable entre gobierno y sociedad”.[3]
Otro de los aspectos que retoma la autora en su estudio al campo de las políticas públicas, está enfocado a la medición de éstas y ubica tres tipos de políticas: una activa, una semiactiva y una pasiva.
·         Una política activa está orientada a cumplir con los objetivos planteados, se tendrá que verificar que el diagnóstico, este tipo de política tiene un nivel de legitimidad alto. Además la solución propuesta y la estrategia, son claros y legítimos para los actores. Y las acciones que se desarrollen habrán de ser conforme a lo previsto en la estrategia.
·         En la política pública semiactiva, “el grado de legitimidad del problema no es alto ni bajo, pues forma parte de la agenda gubernamental, pero no de la “decisoria”, asimismo, la definición del problema es confuso; el diagnóstico y la solución propuesta, no son claros, ni legítimos para algunos de los actores”.[4]
·         La política pública pasiva, es la menos deseable, ya que, el grado de legitimidad del problema es bajo, la solución y la estrategia propuestos son imprecisos y poco legítimos para varios de los actores. También los recursos de organización presupuestarios y legales no son suficientes y la ejecución de las acciones.
    El aporte que hace Nateras al campo de las políticas pública es interesante, ya que a diferencia de otros estudiosos del tema hace mención de dos enfoques para éstas, el primero es el descriptivo y el segundo es teórico. El concepto que nos brinda del termino es competo, ya que retoma distintos elementos para conocer qué la hace política, y qué la hace pública. Otro de los aspectos que hay que destacar dela autora es que en base a la medición de la política las ubica en activa, semiactiva y pasiva.



Referencias.
    Internet:
Nateras González, Martha Elisa. Las políticas públicas: ¿discurso o realidad?.Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Vol. 9, núm. 17, febrero, 2006, pp. 252-274. Recuperado el 9 de agosto de 2014. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/676/67601715.pdf




[1]Nateras González, Martha Elisa. Las políticas públicas: ¿discurso o realidad?  Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Vol. 9, núm. 17, febrero, 2006, p. 255. Recuperado el 9 de agosto de 2014. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/676/67601715.pdf
[2]Nateras González, Martha Elisa. Ob. Cit., p.259.

[3]Ibíd.,p.259.

[4]Nateras González, Martha Elisa. Ob. Cit., p.260.

María Velasco y su aporte a las políticas públicas.


Elaboró: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

“Es Doctora en Ciencias Políticas. Ha trabajado principalmente en el campo del Análisis de Políticas, en especial en relación con políticas de ocio, turismo y cultura. Es autora de diversos trabajos relacionados con dichos ámbitos”.[1]
La autora comienza por mencionarnos que las políticas públicas son vistas como un objeto de análisis además de ser estudiadas desde diversas disciplinas y enfoques teóricos.
Para la definición de políticas públicas propuesta por  Velasco, la autora  retoma las ideas de varios autores estudiosos del tema (Subirats, Meny y Thoenig), su definición queda de la siguiente manera: “son programas de acción que tratan de enfrentar, mediante distintas acciones, los problemas y contradicciones existentes en un sector de la sociedad o en un espacio geográfico determinado”.[2]
Los programas de acción son llevados a cabo por decisores públicos, quienes para la elaboración de políticas utilizan distintos instrumentos. Los instrumentos debido a sus objetivos y a su naturaleza permiten conocer las estrategias de las políticas públicas.
El aporte que hace Velasco al tema está basado en los diferentes instrumentos de las políticas públicas,que sirven como una herramienta para el análisis de estas y destaca los siguientes:
·         Instrumentos organizativos. Existen dos tipos de instrumentos  cualquier estructura u organización pública en donde se realice una acción política en un determinado sector  o ámbito y existen dos tipos de instrumentos organizativos, que se catalogan como estructuras:
1.    Estructuras administrativas. Estas a su vez se divide  en dos grupos.
1.1 Estructuras político administrativas tradicionales. “Son organismos con responsabilidades en las distintas materias y con competencias para hacerlo”[3]. En grupo se encuentran las Secretarias de Estado.
1.2 Estructuras ejecutivas. Estas son dependientes de las anteriores de modo orgánica, funcional o financieramente, el gobierno las utiliza para lograr sus fines. Se trata de organismo autónomos públicos y privados que competente en algún ámbito de acción pública.
2.    Estructuras de Coordinación y cooperación. Surgen como un conjunto de objetos cuya característica es  la de responder a la idea de la cooperación. Dentro de esta estructura se distinguen:
2.1    Órganos de coordinación. Estos órganos son meramente de naturaleza pública, que son dedos tipos: los que se convierten en un espacio de colaboración para agentes públicos y los que crean un espacio de trabajo para agentes públicos con responsabilidades, en distintos niveles de competencia.
2.2    Órganos de cooperación. Estos órganos reúnen a agentes públicos y privados. Son organizaciones formalmente independientes que adquieren y asumen responsabilidades parecidas a que tienen  los decisores públicos.
·         Instrumentos programáticos. Este tipo de instrumento es básico para la formulación de política, los planes de generales y programas.
1.    Planes generales. Se puede definir como un plan al conjunto de acciones y programas que responden a un proyecto de gobierno, es decir se busca dar solución a asuntos concretos. Los planes son instrumentos por los cuales se guían las acciones del gobierno, tienen un periodo de duración por lo regular nunca son permanentes.
2.    Programa. Determina los objetivos e identifica cuales son los medios o instrumentos para alcanzar dichos objetivos. Velasco define al programa como: “una serie de actuaciones relacionadas entre sí y diseñadas por el Gobierno con el fin de generar un efecto en una faceta concreta del ámbito de trabajo”. [4]
·         Instrumentos normativos o de ordenación. Los podemos definir como cualquier norma legal, es decir las leyes. “Los decisores determinar qué objetivos han de ser alcanzados recurriendo al uso de instrumentos de aplicación obligatoria y cuáles pueden serlo mediante el uso de otros instrumentos de carácter voluntario ligados a la idea de fomento o promoción”.[5]
·         Instrumentos financieros. Están basados en la finanzas, son estímulos o apoyos económicos, es decir, se puede financiar una programa o una política pública mediante algún crédito o ayuda económica ya sea del sector público como del sector privado. 
·         Instrumentos de mejora del conocimiento. “La complejidad de nuestras sociedades actuales hace que, en casi todos los ámbitos de trabajo concreto, se demande de los gobiernos un papel activo en la acumulación de conocimiento y de información y en la articulación de acciones de formación o distribución de aquel.”[6]
Mediante este instrumento se pretende que el gobierno contemple entre sus objetivos el quehacer de la investigación que permita a la sociedad un mayor acceso al conocimiento.
·         Instrumentos de comunicación. Mediante este instrumento se busca que se difunda en los medios comunicación los alcances y consecuencias, que pueden ocasionar ciertas problemáticas con el fin de hacer conciencia en los ciudadanos.
    La propuesta que nos hace Velasco es interesante ya que mediante los instrumentos expuestos anteriormente se busca que se facilite el trabajo de los analistas de políticas públicas.

Referencias.
Internet:
Velasco, María.Distintos instrumentos para un mismo fin. Los instrumentos de las políticas públicas como herramienta para el análisis. Universidad Complutense.Recuperado el 15 de agosto de 2014. Disponible en : http://eprints.ucm.es/12184/2/velasco_Instrumentos_pol%C3%ADticas.pdf





[1]Velasco, María.Distintos instrumentos para un mismo fin. Los instrumentos de las políticas públicas como herramienta para el análisis. Universidad Complutense, p.1.Recuperado el 15 de agosto de 2014. Disponible en :http://eprints.ucm.es/12184/2/velasco_Instrumentos_pol%C3%ADticas.pdf

[2]Ibíd., p. 1.

[3]Velasco, María.Ob.Cit., p. 10.
[4]Velasco, María.Ob.Cit., p.12.

[5]Ibíd., p.13.

[6]Ibíd., p.14.

La evaluación de las políticas públicas por Rodolfo Canto.



Elaboró: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

Para Canto la evaluación de las políticas públicas es importante y necesaria para la buena marcha y el mejoramiento continuo del quehacer público. En el estudio al realiza al tema de las políticas públicas y la evaluación de éstas, refiere algunas experiencias en algunos países latinoamericanos y menciona lo siguiente:
“Al aproximarnos a las experiencias concretas de los distintos países latinoamericanos descubrimos una profunda heterogeneidad entre lo que se entiende en cada uno de ellos por evaluación de políticas públicas y por el concepto mismo de evaluación: sus objetivos, funciones, alcances y métodos, así como su ubicación en el marco institucional de la administración pública”.[1]
Canto menciona varias concepciones de lo que es una evaluación (gerencial, integral u holística) esto depende de la naturaleza y los objetivos de la política pública. La evaluación gerencial se utiliza para generar  informes que apoyen la toma de decisiones, en cuanto a la evaluación integral u holística, que se concibe como generalizada, se evalúan todas las etapas del proceso de la política pública, que son: la identificación del problema, incorporación a la agenda, toma de decisiones, implementación y evaluación.
Refiere que en América Latina la evaluación en las políticas está basada en la retroalimentación en la cual se busca que se contribuya al mejoramiento de todas las fases del proceso y que además contribuya al rediseño de la política, para que éstas sean más eficaces. Relativo a la evaluación en algunos países latinoamericanos Canto menciona:
“que prevalece la idea de que la evaluación es básicamente una función del mismo ente que diseña e implementa la política pública, es decir el Poder Ejecutivo, ya sea el nacional o los subnacionales; en general se acepta, en este mismo tenor, la posibilidad de que el ejecutivo en cuestión contrate los servicios de consultores externos que le ayuden a hacer mejores evaluaciones”.[2]
Canto, además indica que existe una corriente donde evaluaciones deben de estar a cargo de un poder distinto al que elabora e implementa la política, ya que se corre el riesgo de que la evaluación no sea imparcial o justa.
“En principio parece plausible la idea de que la independencia de la evaluación debe garantizarse en el marco de la división de poderes; si la política es diseñada e implementada por el ejecutivo parece razonable que las evaluaciones queden a cargo del Legislativo, por ejemplo”.[3]
Aunque también menciona que es más promisoria la idea de que el la dependencia responsable de la evaluación sea un organismo autónomo del poder ejecutivo, como lo es el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en México.


Referencias.
    Internet:
    Canto Sáenz, Rodolfo. Evaluación de políticas públicas en México la experiencia de PROGRESA y el Consejo Nacional De Evaluación De Políticas Públicas.  Edita: Sociedad Española De Evaluación. Año 3,  nº 11, junio 2010, p. 4-12. Recuperado el 27 de julio de 2014. Disponible en: http://guia.oitcinterfor.org/sites/default/files/experiencias/Evaluacion_de_politicas_publicas_en_Mexico_11_0.pdf





[1]Canto Sáenz, Rodolfo. Evaluación de políticas públicas en México la experiencia de PROGRESA y el Consejo Nacional De Evaluación De Políticas Públicas.  Edita: Sociedad Española De Evaluación. Año 3,  nº 11, junio 2010, p. 4. Recuperado el 27 de julio de 2014. Disponible en: http://guia.oitcinterfor.org/sites/default/files/experiencias/Evaluacion_de_politicas_publicas_en_Mexico_11_0.pdf

[2]Canto Sáenz, Rodolfo. Ob. Cit., p. 4-5.

[3]Ibíd., p.10.

Juan Pablo Navarrete Vela y su aporte a las políticas públicas.



Elaboro: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

Juan Pablo Navarrete Vela nacido en México, estudió una Licenciatura en Ciencias Política, una Maestría en Estudios Sociales y un Doctorado en Doctorado en Estudios Sociales (Procesos Políticos y Ciencia Política) todos por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Entre sus líneas de investigación destaca estudios relacionados en temas de: “liderazgo político en los partidos políticos, p partidos políticos y elecciones, gobernabilidad y gobierno dividido”.[1]
El autor menciona que el estudio de las políticas públicas es muy significativo para la Ciencia Política y también para la rama de la Administración Publica. En el estudio que el realiza al tema, analiza las diferentes metodologías, teorías, enfoques de algunos de los autores más representativos del tema.
La definición que el autor nos proporciona para el término de políticas públicas es la siguiente:
“Son un conjunto de acciones que el Gobierno establece para proveer dos grandes asuntos: bienes y servicios. Para el cumplimiento de estos objetivos aplica estrategias frontales, de largo, mediano y corto plazo. Existen estrategias visibles y otras no visibles. Las primeras son generalmente de corto plazo, en tanto que las segundas son de largo plazo, las cuales requieren de 10 hasta 15 años para que se vean los resultados”.[2]
Estas también representan un proceso estructurado, ordenado y sistemático, en este proceso se razona la naturaleza de la demanda social y se evalúa la capacidad de resolución que el Gobierno tiene para satisfacer la demanda. Al este proceso Navarrete lo denomina  “retroalimentación”, y es abierto y adaptable.
El proceso de retroalimentación, en donde se realiza la elaboración de políticas públicas requiere de inputs (demandas) y outputs (políticas que se han de aplicar).
Para que se pueda aplicar una política pública, intervienen las redes de actores que incluyen la participación de diferentes agentes tanto políticos, económicos y sociales, entre los agentes o actores que Navarrete nos menciona los siguientes: Los actores políticos: estos se definen como aquellos que participa en la fase de la planeación, diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas. El autor a su vez nos menciona que hay distintos tipos de actores políticos, como:“
“Los consultores externos. A éstos se les encarga la tarea de realizar estudios de factibilidad sobre las necesidades de la población y, a su vez, recomiendan al Gobierno cuáles son las acciones prioritarias.
Los siguientes actores son los analistas internos del propio Gobierno. Ellos diseñan las políticas y estrategias que se implementarán, pero no significa que todo lo que recomiendan se lleve a cabo, sólo se trata de recomendaciones.[3]
Una vez que se realiza una consultoría externa o ya sea interna de los analistas, se da paso a la parte administrativa de las políticas, en donde los funcionarios presentan la propuesta ante un secretario y éste realiza una función de negociación con los titulares del Poder Ejecutivo.
Aunque también en el proceso de la aplicación de las políticas públicas actúan otros actores, como los legisladores que en determinado momento aprueban la ley de ingresos y el presupuesto de egresos. Y existe la actuación de los empresarios (privados) que juegan un papel central en las políticas públicas, cuando se trata de la prestación de servicios, pues ellos obtienen licitaciones y contratos con base en concursos públicos.
El estudio que hace Navarrete al campo de las políticas pública es bastante amplio, ya que analiza los diversos enfoques (racionalismo, incrementalismo, public choice, institucionalismo) aunque hay que destaca que hace un análisis de otros dos enfoques no tan conocidos de las en el campo de las políticas públicas que los nombra como el proceso funcional y el análisis de sistemas.

Referencias.
Bibliografía:
Navarrete  Vela, Juan P. Diseño de programas y políticas públicas. México: Editado por Red Tercer Milenio S.C. 2012.

Internet:
Navarrete  Vela, Juan P. Curriculum Dr. Juan Pablo Navarrete. 2014. Recuperado el 24 de agosto de 2014. Disponible en: http://es.scribd.com/doc/208658724/Curriculum-Dr-Juan-Pablo-Navarrete-2014-Scri





[1] Navarrete  Vela, Juan P. Curriculum Dr. Juan Pablo Navarrete. 2014. Recuperado el 24 de agosto de 2014. Disponible en: http://es.scribd.com/doc/208658724/Curriculum-Dr-Juan-Pablo-Navarrete-2014-Scri

[2]Navarrete  Vela, Juan P. Diseño de programas y políticas públicas. México: Editado por Red Tercer Milenio S.C. 2012, p. 12.
[3]Navarrete  Vela, Juan P. Diseño de programas y políticas públicas. Ob. Cit., p. 12.

Guillermo M. Cejudo y Cynthia L. Michel y su aporte a las políticas públicas.

Elaboró: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

La contribución que hacen los autores al tema, se basa en que analizan tres niveles de coherencia para las políticas públicas, el primer nivel es la coherencia interna (teoría causal), el segundo es la coherencia entre políticas de un mismo espacio y por último la coherencia entre áreas de política pública.
La definición para el término que proponen es la siguiente: “son un conjunto de acciones específicas orientadas a lograr resolver un problema público acotado, concreto”.[1] Para ellos una política pública se forma de un conjunto de acciones y decisiones que están orientadas a resolver una problemática pública. La resolución que se le otorgue a dicha problemática depende de su diseño, pero también de su eficaz implementación. 
Cejudo y Michel argumentan que los gobiernos tiene como tarea diseñar políticas, planear, establecer mecanismos de coordinación y evalúan, esto bajo el supuesto de que existe coherencia en las políticas públicas”.[2]
Relativo al tema de la coherencia menciona lo siguiente: “Frecuentemente se hace referencia a la coherencia como atributo deseable en las políticas pública, aunque no se cuenta con una conceptualización compartida sobre lo que significa que una política sea coherente”.[3] Es decir, no se ha logrado unificar un concepto de lo qué es la coherencia en las políticas públicas, pero a groso modo podemos decir que la coherencia es la relación lógica que existe entre dos cosas, partes o elementos.
El primer nivel de coherencia (interna)en las políticas públicas se refiere a la teoría causal que estructura una política, es decir, toda política surge de la  teoría causal. Se analiza la casualidad y la intervención que tiene el Estado, se tiene que verificar que exista congruencia con la definición del problema público y las acciones que está realizando el Estado, los medios que se utilizan para lograr resultados. Por tanto toda política tiene una relación de causa y efecto.
“La coherencia interna de un política pública se valora entre cada una de las decisiones inherentes a la definición de la teoría causal, y es que desde la definición del problema  hasta la selección de alternativas de solución, cada etapa constituye una decisión que toma a partir de distintos criterios: cuestiones éticas, políticas y técnicas”.[4]
La parte ética radica en que al momento de definir se tiene que hacer una  elección de valores. El criterio político, se basa en que la política no solo implica el uso de la potestad del Estado también es reflejo del choque de intereses en conflicto. Y el tercer criterio que es el técnico, está relacionado con el diseño interno de una política  y la factibilidad de la intervención, sobre la relación. A los costos y los beneficios esperados. Para los autores una buena política debe de estar bien diseñada y supone la coherencia entre los tres criterios, es decir debe de existir una articulación lógica entre lo ético, político y técnico.
La coherencia entre políticas, para explicar este segundo nivel de coherencia, los autores mencionan lo siguiente:
Podemos decir que dos políticas son coherentes entre si, en primer lugar, por su capacidad para alcanzar, en combinación, un objetivo más amplio. Como criterio mínimo, hay coherencia entre dos políticas cuando en un mismo espacio de políticas, la consecución de los objetivos y de la implementación de los componentes de la política “A” no afecta la consecución de los objetivos y la implementación de componentes de la política “B”, sino por el contrario, las refuerzan”. [5]
Así mismo, los autores proponen que la coherencia entre políticas se puede apreciar desde tres puntos de vista diferentes, los cuales son los siguientes:
·         Coherencia entre los instrumentos: se da cuando, mediante diversas formas de apoyo, se favorece a la solución de una misma problemática pública, es decir, por medio de diferentes vías se atiende un mismo problema.
·         Coherencia entre los objetivos de las distintas políticas: “se refiere a la consistencia entre los propósitos de cada uno de los instrumentos de política. Es decir, se trata de que, aunque todas las políticas estén encaminadas a la consecución de diferentes objetivos, ellas estén relacionadas armónicamente entre sí, de tal forma que las acciones que cada una emprenda sean, también, coherentes entre sí.”[6]
·         Coherencia entre la población objetivo de las políticas: puede apreciarse a partir de un análisis de la focalización de estas mismas, también este tipo de coherencia implica que no haya duplicidades, lo que significa, que cada una de las políticas atiendan a una cierta población que padece una problemática pública que sustenta el mismo espacio público, sin que la población sea sujeto de atención de las dos políticas.
“Es decir, la coherencia entre poblaciones objeto no solo implica que una persona no se beneficie de dos políticas que contribuyen a un mismo objetivo, sino que esa persona no constituya la población objeto de dos políticas que tienen un mismo fin”. [7]
La coherencia entre espacios de política, es el tercer nivel, es en el cual los objetivos de dos políticas distintas se corresponden a que los objetivos de la primera política no afecten a los objetivos de la segunda política, ya que al coexistir discrepancia entre los objetivos de dos diferentes espacios de política pierden eficiencia.
Para finalizar los autores mencionan que una política es exitosa si se cumplen los objetivos, además de que para ellos el reto de la coherencia en las políticas públicas es intelectual y práctico. Intelectual porque es necesario desarrollar herramientas (teóricas y analíticas) para medir y mejorar la coherencia de las políticas y practico porque los instrumentos e planeación, coordinación y evaluación de los gobiernos deben de estar a cargo de que la coherencia de las políticas no puede ser solo un supuesto sobre el que se construyen decisiones, sino de un objeto que necesita de intervenciones deliberadas.


Referencias.
Cejudo, Guillermo y Michel, Cynthia L. Coherencia y políticas públicas. Metas, instrumentos y poblaciones objetivo. México. Editado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C. 2014.





[1]Cejudo, Guillermo y Michel, Cynthia L. Coherencia y políticas públicas. Metas, instrumentos y poblaciones objetivo. México. Editado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C. 2014, p.1.

[2]Ibíd., p. 2.

[3]Ibíd., p. 3.
[4]Cejudo, Guillermo y Michel, Cynthia L. Ob. Cit., p. 4

[5]Ibíd., p. 7.
[6]Cejudo, Guillermo y Michel, Cynthia L. Ob. Cit., p. 10.

[7] Ibíd., p. 11.

Giandomenico Majone y su aporte a las políticas públicas

Elaboró: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

Giandomenico Majone, este autor nos hace un análisis sobre el desarrollo de las políticas públicas, él nos menciona que el desarrollo de las políticas es provocado por cambios (políticos, económicos institucionales).  Dentro de este texto él nos habla de los cambios que ocurren en las políticas. “El cambio pude revelar no solo los supuestos que antes no se habían examinado, sino también la continuidad subyacente del marco de referencia de las políticas”.[1]
Majone utiliza una metáfora de núcleo y periferia para el cambio de las políticas, el núcleo será utilizado para la parte estable y rígida de la política y la periferia para la parte flexible de la política. Cabe destacar que aunque el núcleo sea la parte rígida no es inmutable, solo que cambia de una manera más lenta (gradual).
También él nos menciona que la distinción entre el núcleo y la periferia explica la noción intuitiva de que no todos los cambios de las políticas o programas son igualmente significativos, además de que en ocasiones para una mejor elaboración y desarrollo de las políticas el núcleo de las políticas no solo debe de estar rodeado de una solo periferia sino de varias, lo que se lo conocería como cinturones protectores o periferias concéntricas.
“El modelo de un núcleo de política rodeado por periferias concéntricas (o cinturones protectores) nos hace ver en alguna medida el incrementalismo como un método o estilo de elaboración de políticas”.[2] Y considera que el incrementalismo es una parte fundamental y una característica en la elaboración de políticas públicas.
Otros de los puntos que destaca Giandomenico dentro del desarrollo de las políticas públicas, es el tema de la comunidad política, esta es un lugar en donde los actores realizan la innovación de las políticas (cambios) y la arena política es el lugar de la selección.
“Una comunidad política está integrada por los especialistas que comparten un interés activo en una política o en un conjunto de políticas relacionadas: académicos, profesionales, analistas, planeadores de políticas, periodistas y expertos de grupos de interés”.[3] Estos miembros representan intereses diferentes, pero todos contribuyen al desarrollo de las políticas públicas al proponer y debatir ideas y nuevas propuestas. Un elemento más que Majone nombra es el de los actores políticos que no es lo mismo que la comunidad política.  Otro de los procesos del desarrollo de las políticas es la evaluación, este autor propone 3 modos de evaluación. “El modo del resultado, la evaluación se concentra en los productos o consecuencias de una actividad particular. “En el modo de insumo, se hace hincapié en los recursos, habilidades y personas que participan en la actividad. Por último, en el modo del proceso se consideran los métodos empleados para transformar los insumos políticos, económicos y de otra clase en productos o resultados”.[4]



Referencias.
Bibliografía:
Majone, Giandomenico. Evidencia, argumentación y persuasión de las políticas públicas. México: Editorial Fondo de Cultura Económica, 2005.





[1]Majone, Giandomenico. Evidencia, argumentación y persuasión de las políticas públicas. México: Editorial Fondo de Cultura Económica, 2005, p.195.

[2]Ibíd. p.197.                                                                                                                                                 

[3]Majone, Giandomenico.Ob Cit., p. 219.

[4]Ibíd. p. 219.