Elaboró: Aline
Vázquez.
Coordina: Georgina González
Coordina: Georgina González
Para la autora, la
definición de una política pública o también llamada policy, se puede entender en dos maneras, la primera como una
disciplina que surge en la década de los cincuentas, principalmente en países
como los Estados Unidos e Inglaterra, se enfoca en estudiar los problemas
públicos y los procesos de toma de decisiones por parte de las mandos públicos.
La segunda definición, hace referencia a la política gubernamental o de una
organización de la sociedad civil, es decir, el quehacer gubernamental de una
autoridad política.
Nateras
menciona que dependiendo de la literatura que se estudie, la definición de
políticas públicas se puede obtener a partir de dos enfoques
1. El
enfoque descriptivo se concentra en analizar si la política es sólo decisión,
producto de una autoridad legítima que actúa en un marco legal, o implica algo
más, es decir, la política es producto de una actividad gubernamental.
2. El
enfoque teórico, “nos remite a reconocer, que la mayoría de las teorías
politológicas señalan que el consenso y el conflicto son elementos inherentes
de la política, por consiguiente las políticas son elaboradas a partir de la
interacción entre el gobierno y los ciudadanos”.[1]
Además,
Nateras refiere que para saber cuál es el campo de acción de las políticas
públicas se consideran cuestiones, como: qué la hace política, y qué la hace
pública. Entre los elementos que la hacen política destaca los siguientes:
1.
El problema, tiene que ser público, además se
debe considerar su legalidad frente a otras problemáticas y se tendrá definir
qué tipo de problema, para que se le de
seguimiento.
2.
El diagnóstico se determinan determinar los
objetivos generales y acciones que se realizarán para cumplir dichos objetivos,
así como también es necesario conocer con qué recursos se cuenta.
3.
La solución, se basa en función de la
claridad y legitimidad del problema.
4.
La estrategia, depende de la solución que se
haya definido.
5.
Los recursos, pueden ser organizativos,
presupuestales y legales.
6.
La ejecución, es la instrumentación de las acciones y la
evaluación de las mismas.
Para
lo público menciona lo siguiente: “público se refiere a la acción colectiva,
generada por el público ciudadano y no necesariamente por parte del Estado
público”.[2] En tanto que un problema
público se podría considerar que son situaciones que afectan a todos los individuos
o miembros del Estado.
Una vez definido lo que es
público, se tendrá que considerar, qué la hace política, y qué la hace pública,
la autora nos brinda una de lo que es una política pública:
“Son
acciones colectivas racionales, diseñadas en el ámbito de lo público,
encaminadas a resolver problemas o
asuntos de interés público de una comunidad en específico; por lo tanto, constituyen una eficaz herramienta de la
sociedad para influir en las acciones orientadas al bien común, a partir de mecanismos de
participación, corresponsabilidad y rendición de cuentas, trascendiendo el terreno de lo meramente
gubernamental. Si bien es cierto que lo gubernamental es público, lo público trasciende lo
gubernamental, puesto que el análisis y diseño de políticas públicas, constituye una acción
corresponsable entre gobierno y sociedad”.[3]
Otro
de los aspectos que retoma la autora en su estudio al campo de las políticas
públicas, está enfocado a la medición de éstas y ubica tres tipos de políticas:
una activa, una semiactiva y una pasiva.
·
Una política activa está orientada a cumplir
con los objetivos planteados, se tendrá que verificar que el diagnóstico, este
tipo de política tiene un nivel de legitimidad alto. Además la solución
propuesta y la estrategia, son claros y legítimos para los actores. Y las
acciones que se desarrollen habrán de ser conforme a lo previsto en la
estrategia.
·
En la política pública semiactiva, “el grado
de legitimidad del problema no es alto ni bajo, pues forma parte de la agenda
gubernamental, pero no de la “decisoria”, asimismo, la definición del problema
es confuso; el diagnóstico y la solución propuesta, no son claros, ni legítimos
para algunos de los actores”.[4]
·
La política pública pasiva, es la menos
deseable, ya que, el grado de legitimidad del problema es bajo, la solución y
la estrategia propuestos son imprecisos y poco legítimos para varios de los
actores. También los recursos de organización presupuestarios y legales no son
suficientes y la ejecución de las acciones.
El aporte que hace Nateras al campo de las
políticas pública es interesante, ya que a diferencia de otros estudiosos del
tema hace mención de dos enfoques para éstas, el primero es el descriptivo y el
segundo es teórico. El concepto que nos brinda del termino es competo, ya que
retoma distintos elementos para conocer qué la hace política, y qué la hace
pública. Otro de los aspectos que hay que destacar dela autora es que en base a
la medición de la política las ubica en activa, semiactiva y pasiva.
Referencias.
Internet:
Nateras González, Martha
Elisa. Las políticas públicas: ¿discurso
o realidad?.Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe,
España y Portugal. Vol. 9, núm. 17, febrero, 2006, pp. 252-274. Recuperado el 9
de agosto de 2014. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/676/67601715.pdf
[1]Nateras
González, Martha Elisa. Las políticas públicas: ¿discurso o realidad? Red de Revistas Científicas de América
Latina, el Caribe, España y Portugal. Vol. 9, núm. 17, febrero, 2006, p. 255.
Recuperado el 9 de agosto de 2014. Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/676/67601715.pdf
[2]Nateras
González, Martha Elisa. Ob. Cit.,
p.259.