sábado, 6 de septiembre de 2014

La evaluación de las políticas públicas por Rodolfo Canto.



Elaboró: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

Para Canto la evaluación de las políticas públicas es importante y necesaria para la buena marcha y el mejoramiento continuo del quehacer público. En el estudio al realiza al tema de las políticas públicas y la evaluación de éstas, refiere algunas experiencias en algunos países latinoamericanos y menciona lo siguiente:
“Al aproximarnos a las experiencias concretas de los distintos países latinoamericanos descubrimos una profunda heterogeneidad entre lo que se entiende en cada uno de ellos por evaluación de políticas públicas y por el concepto mismo de evaluación: sus objetivos, funciones, alcances y métodos, así como su ubicación en el marco institucional de la administración pública”.[1]
Canto menciona varias concepciones de lo que es una evaluación (gerencial, integral u holística) esto depende de la naturaleza y los objetivos de la política pública. La evaluación gerencial se utiliza para generar  informes que apoyen la toma de decisiones, en cuanto a la evaluación integral u holística, que se concibe como generalizada, se evalúan todas las etapas del proceso de la política pública, que son: la identificación del problema, incorporación a la agenda, toma de decisiones, implementación y evaluación.
Refiere que en América Latina la evaluación en las políticas está basada en la retroalimentación en la cual se busca que se contribuya al mejoramiento de todas las fases del proceso y que además contribuya al rediseño de la política, para que éstas sean más eficaces. Relativo a la evaluación en algunos países latinoamericanos Canto menciona:
“que prevalece la idea de que la evaluación es básicamente una función del mismo ente que diseña e implementa la política pública, es decir el Poder Ejecutivo, ya sea el nacional o los subnacionales; en general se acepta, en este mismo tenor, la posibilidad de que el ejecutivo en cuestión contrate los servicios de consultores externos que le ayuden a hacer mejores evaluaciones”.[2]
Canto, además indica que existe una corriente donde evaluaciones deben de estar a cargo de un poder distinto al que elabora e implementa la política, ya que se corre el riesgo de que la evaluación no sea imparcial o justa.
“En principio parece plausible la idea de que la independencia de la evaluación debe garantizarse en el marco de la división de poderes; si la política es diseñada e implementada por el ejecutivo parece razonable que las evaluaciones queden a cargo del Legislativo, por ejemplo”.[3]
Aunque también menciona que es más promisoria la idea de que el la dependencia responsable de la evaluación sea un organismo autónomo del poder ejecutivo, como lo es el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en México.


Referencias.
    Internet:
    Canto Sáenz, Rodolfo. Evaluación de políticas públicas en México la experiencia de PROGRESA y el Consejo Nacional De Evaluación De Políticas Públicas.  Edita: Sociedad Española De Evaluación. Año 3,  nº 11, junio 2010, p. 4-12. Recuperado el 27 de julio de 2014. Disponible en: http://guia.oitcinterfor.org/sites/default/files/experiencias/Evaluacion_de_politicas_publicas_en_Mexico_11_0.pdf





[1]Canto Sáenz, Rodolfo. Evaluación de políticas públicas en México la experiencia de PROGRESA y el Consejo Nacional De Evaluación De Políticas Públicas.  Edita: Sociedad Española De Evaluación. Año 3,  nº 11, junio 2010, p. 4. Recuperado el 27 de julio de 2014. Disponible en: http://guia.oitcinterfor.org/sites/default/files/experiencias/Evaluacion_de_politicas_publicas_en_Mexico_11_0.pdf

[2]Canto Sáenz, Rodolfo. Ob. Cit., p. 4-5.

[3]Ibíd., p.10.

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