viernes, 17 de octubre de 2014

Grupos de presión en las políticas públicas, según Juan Pablo Navarrete.

Elaboró: Aline Vázquez.
El autor comienza por mencionarnos que es importante diferenciar lo que es un movimiento social de lo que es un grupo de presión, ya que aunque pueden ser categorías similares, estas definen procesos políticos diferentes y es de importancia hacer una distinción para poder examinar más a detalle el tema de las políticas.
Navarrete, retoma a Pedro Ibarra y Francisco Letamendia quienes mencionan: “un movimiento social es una red de interacciones informales entre individuos, grupos y organizaciones que, en sostenida y habitualmente conflictiva interacción con autoridades políticas, élites y oponentes –y compartiendo una identidad colectiva- demandan públicamente cambios en el ejercicio o redistribución del poder a favor de intereses colectivos”[1]
Como primera diferencia Navarrete refiere que un grupo de presión se maneja a nivel local, ya que posee una capacidad mínima de masas o simpatizantes, en tanto un movimiento social se pude manejar desde un ámbito internacional ya que en este se puede tener un gran número de simpatizantes o seguidores. Aunque también menciona que dentro de un movimiento social se pueden formar o incluir varios grupos de presión.
Otra diferencia que marca el autor entre un movimiento social y un grupo de presión, es que el primero busca una transformación en el régimen político, se buscan logar beneficios colectivos, en tanto un  grupo de presión tiene un interés en específico algo muy particular que solo beneficia a grupos sociales pequeños, ya que sus principales objetivos siempre son particulares aunque también se ven beneficiados los ciudadanos.
“Si se sigue con la comparación entre movimiento social y grupo de presión, se verá que el primero adquiere y promueve una identidad colectiva, a la cual se adhieren una parte de los ciudadanos, pero no todos. El grupo de presión, por el contrario, no consolida la identidad general, más bien se caracteriza por su flexibilidad ideológica, misma que le permite agregarse a movimientos más fuertes y conseguir apoyo, rentabilidad y capital político”.[2]
Si bien el autor nos menciona algunas de las diferencias que existen entre estas dos categorías, nos refiere un elemento que tienen en común, el cual es, el fomento a la participación política, la finalidad que tiene esta, es que los ciudadanos se interesen  asuntos públicos.
Para diferenciar un grupo de presión de lo que es un movimiento social, que generalmente también se les conoce como Organizaciones no Gubernamentales (ONG), se tomarán en cuenta las siguientes categorías: a) El tipo de participantes, b) La Capacidad de violencia, c) Reacción ante el Gobierno, d) Relación con el ámbito internacional.
Es importante diferenciar lo que es un grupo de presión de lo que es un movimiento social, ya por medio de estos se ejerce la participación de la ciudadanía en asuntos públicos o dicho de otro modo ambas categoría serán parte dentro del proceso de las políticas públicas como actores participantes que ejercerán un juego de poder con el gobierno. 


Referencias.
Bibliografía:
Navarrete  Vela, Juan P. Diseño de programas y políticas públicas. México: Editado por Red Tercer Milenio S.C. 2012.




[1]Ibarra, Pedro, y Letamendia, Francisco, “Los movimientos sociales” en Manual de Ciencia política, p. 375, en Navarrete  Vela, Juan P. Diseño de programas y políticas públicas. México: Editado por Red Tercer Milenio S.C. 2012.

[2]Navarrete  Vela, Juan P. Diseño de programas y políticas públicas. México: Editado por Red Tercer Milenio S.C. 2012, p.41.

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