viernes, 17 de octubre de 2014

Enrique Cabrero Mendoza y su aporte a las políticas públicas.


Elaboró: Aline Vázquez.
Coordina: Georgina González

Cabrero nos menciona que desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días, el estudio del Estado y sus mecanismos de acción a través del enfoque de las políticas públicas ha permitido avanzar en la creación de una nueva síntesis interdisciplinaria.
En su texto Usos y costumbres en la hechura de las políticas públicas en México, Cabrero se plantea las distancias entre algunos conceptos y categorías básicas de las policys sciences o políticas, cuando son llevados a escenarios de prácticas tanto políticas como sociales diferente al escenario del origen de la escuela de pensamiento donde se gesta el modelo de políticas públicas esto lo “realiza a partir de una comparación entre el modelo que da luz a la escuela de políticas públicas -una realidad como la estadounidense- y un modelo de tradición autoritaria y en dinámica de transición democrática -una realidad como la mexicana-“.[1]
La comparación que se hace a partir de cuatro dimensiones, la cuales son subestimadas en la gran parte de los trabajos sobre políticas públicas, las cuales son:
  1. El tipo de régimen político, cuando se supone de un régimen democrático o en transición a la democracia,
  2. Tipos de modelos de gestión, emanan del tipo de régimen político, brindan una orientación y lógica a los decisores.
  3. Referentes institucionales, se presentan en diferentes contextos, definen la arena, los acuerdos y los mecanismos de regulación.
  4. Tradiciones culturales y simbólicas, definen la lógica y las acciones de los actores, en base a sus creencias.
Cabrero también nos hace mención de los términos democracia y pluralidad, siendo estos los supuestos detonadores del proceso de las políticas públicas,tanto desde la fase de la formación de la agenda e identificación del problema, la implementación hasta la fase de la evaluación.
El autor hace mención que en los Estados Unidos se tiene un régimen pluralista,donde existe un triángulo (gobierno-congreso-ciudadanía), donde existe una democracia centrípeta; en tanto para el modelo mexicano el tipo de gobierno es estatista, la democracia es centrifuga.
Formación de la agenda e identificación del problema
Cabrero menciona que en un régimen o sistema democrático abierto y plural, la  fase de la formación de la agenda y la definición del problema dan lugar a un intenso juego de actores o agentes participantes, en donde estos se enfrentan, se alían o presionan como un mecanismo o herramienta de consenso. También menciona que la agenda de gobierno se deriva de la agenda pública.
Para el caso de México en un sistema hacia la tradición a la democracia, se tiene una lógica en esta fase del proceso. La tradición del sistema es la obstrucción; en parte por inconsciencia gubernamental, pero en parte también porque las estructuras de gobierno no han sido diseñadas para ser transparentes.
Podríamos decir que en México los actores no gubernamentales figuran poco en las fases de la incorporación de la agenda y la definición del problema, ya que tienen poca influencia sobre la autoridad pública.
Formulación y diseño de políticas
En un sistema pluralista la formulación y diseño de las políticas requiere de una confrontación de grupos expertos y profesionales. En México la fase de la formulación y diseño de la política pública, es hermética. “Se convierte en una especie de “secreto de Estado” el diseño de una política, hasta que es dado conocer al público, momento en el cual es casi irreversible”.[2]
Cabrero menciona que en México los grupos sociales u organizaciones que no son gubernamentales, no participan en la formulación y diseño de la política pública o programa, ya que es función del gobierno diseñar los planes y programas que se implementaran.
Implementación de políticas
En un sistema pluralista o de democracia plural esta fase se caracteriza por incorporar una red diferenciada de agencias ejecutoras, diversas en la medida en que corresponden a distintos niveles de gobierno y en la medida en que incluyen muy frecuentemente agencias no gubernamentales.
El problema esencial de la implementación de políticas en un escenario pluralista es la coordinación, el direccionamiento de la política, esto se puede dar por la diversidad de agencias participantes, es decir cada una tiene una perspectiva en cuanto a los objetivos.
En un modelo estatista (mexicano) la fase de implementación de políticas, es vista como: “un monopolio estatal; esto llevó durante décadas a un crecimiento exponencial de la administración pública; mientras más problemas y problemas surgían, más dependencias e identidades desaparecían”.[3]
Aunque cabe mencionar el hecho que México es un país en transición a la democracia, por tanto la gestión de la implementación de políticas públicas, está muy poco inclinada a la incorporación de agencias gubernamentales o privadas. “En el escenario de la transición, paradójicamente las tendencias en la implementación de las políticas públicas son extremas: sea el mantenimiento de una gestión sólo gubernamental, o la privatización total”.[4]
Evaluación de políticas
Según el autor Enrique cabrera Mendoza en un sistema como el estadounidense la evaluación se hace de manera pública y la información que se obtiene de ésta evaluación también se hace pública; a diferencia del sistema estatista similar al mexicano donde la evaluación se realiza de manera interna y no existe información al público.
Cabe mencionar que este texto fue publicado a finales de los años noventa del siglo XX y que en la actualidad la evaluación de las políticas públicas en México en gran parte (programas sociales) la realiza el CONEVAL.

Referencias.
Internet:
Cabrero Mendoza, Enrique. Usos y costumbre en la hechura de las políticas públicas. Revista Gestión y Política Pública, vol. IX, segundo semestre de 2000, p 189-229. Recuperado el 20 de agosto de 2014. Disponible en http://www.gestionypoliticapublica.cide.edu/num_anteriores/Vol.IX_No.II_2dosem/CME_Vol.9_No.II_2sem.pdf





[1]Cabrero Mendoza, Enrique. Usos y costumbre en la hechura de las políticas públicas. Revista Gestión y Política Pública, vol. IX, segundo semestre de 2000, p. 191. Recuperado el 20 de agosto de 2014. Disponible en:http://www.gestionypoliticapublica.cide.edu/num_anteriores/Vol.IX_No.II_2dosem/CME_Vol.9_No.II_2sem.pdf
[2]Cabrero Mendoza, Enrique. Ob Cit., p. 204.
[3]Cabrero Mendoza, Enrique. Ob Cit., p. 206
[4]Ibíd., p 207.

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