lunes, 16 de marzo de 2015

Firma Electrónica.

Reseña elaborada por: Aline Vázquez
Coordina: Georgina González.

Artículo escrito por Alberto Álvarez Santana, para la Revista Guía Mejor Gestión Pública en su edición de 2014. El autor comienza por mencionarnos que gracias al desarrollo tecnológico que hay en el país, existen diversos elementos  que hacen más fáciles los procesos a los ciudadanos.
Un claro ejemplo de esto es la firma electrónica, mediante esta se vuelven, más eficientes los trámites que los ciudadanos realizan, además facilita la comunicación entre funcionarios públicos, instituciones y ciudadanos.
En México la empresa SeguriData fue la encargada de realizar con éxito la implementación de la Firma Electrónica en algunas de  dependencias de gobierno. El director General de la empresa SeguriData Javier Alarcón Irigoyen, menciona existe un distintas operaciones de la administración pública que se pueden realizar vía internet, con lo que se consiguen grandes beneficios para los ciudadanos e significativos ahorros en la gestión gubernamental.
“La generación de una firma electrónica se realiza a partir de la convergencia de tres elementos: un certificado electrónico, que contiene los datos de identidad de la persona; un archivo key que contiene una Llave Privada que es el instrumento de firma y una contraseña -en poder exclusivo del usuario- que protege a ésta y que habilita la operación. Una vez generada la firma, el archivo se sube a una nube digital y se realiza un proceso de autenticación para validar la identidad del firmante, así como la integridad y la autenticidad del documento electrónico”.[1]
Mediante el uso de la firma electrónica se busca lograr la eficiencia en tiempos de gestión y reducir los costos de consumo de papel sin contar con una gran infraestructura. Desde una computadora con acceso a Internet, se pueden realizar las operaciones que requiere la institución, como la firma de oficios, requisiciones de compra, contratos, entre otros.


Xalapa y el Estado de México, hacia la digitalización.
El gobierno de México ha mostrado interés en la aplicación de la firma electrónica por a las ventajas que representa, “como llevar trámites y servicios gubernamentales a sitios remotos del país con menores costos de operación, principalmente en papelería, insumos para impresión y almacenamiento de la información”.[2]
Cuando un gobierno se adapta y se adecua al uso de las nuevas tecnologías, los beneficios se aprecian en la calidad de los servicios y en la eficiencia del mismo. Un ejemplo se da en el Municipio de Xalapa, Veracruz, Américo Zúñiga Martínez, presidente municipal, refiere lo siguiente: “La eficiencia es un propósito que sólo se alcanza a partir de la innovación de los procesos tradicionales para la realización de un trámite o para el requerimiento de servicios administrativos que son propios de la gestión pública. En ese sentido, la aplicación de las nuevas tecnologías ha permitido la digitalización y ordenamiento de las operaciones que se realizan en las oficinas públicas”.[3]
En el gobierno del municipio de Xalapa ha notado un impacto positivo en los costos, ya que, la firma electrónica también está diseñada como una herramienta para reducir gastos en insumos (papel, tintas, impresión y mensajería). En este municipio mediante el uso de la firma electrónica, se busca hacer consciencia de la conservación del medio ambiente, en relación a lo anterior, Américo Zúñiga, menciona lo siguiente:
“Hemos reducido el uso de papel y tintas en un 80 por ciento en las áreas del ayuntamiento que ya aplican la firma electrónica, incluso se reducen los gastos en gasolina e insumos para el traslado y entrega de expedientes que son propios de la mensajería interna”.[4]
El gobierno del Estado de México, a partir del 2007, a través del Sistema Estatal de Informática y la Secretaría de Finanzas, cuenta con una plataforma de firma electrónica. Aunque cabe mencionar que  la mayoría de los procesos gestionados a través de ésta, son internos.
“La actual administración establece dentro de su Plan de Desarrollo 2011-2017, la implementación de un modelo de Gobierno Digital que permita a los funcionarios públicos consolidar los datos necesarios para brindar mejores servicios públicos, así como para poner a disposición de la ciudadanía una gama amplia de servicios a través de Internet”.[5]
La empresa SeguriData fue elegida por el gobierno del Estado de México, prestara sus servicios y tratara de dotar de certificados digitales a todos los funcionarios del gobierno estatal y a todos los ciudadanos del Estado de México mediante  la Autoridad Certificadora Estatal.
El objetivo principal es automatizar todos los trámites disponibles en la Ventanilla Electrónica Única de Trámites y Servicios. De esta manera en su primera etapa se espera alcanzar más de 200 mil usuarios utilicen la Firma Electrónica.
Referencias:     
Santana Álvarez, Alberto. “Firma electrónica”. Guía Mejor Gestión Pública, año 2, edición 2,  editada y distribuida por Cazonci Editores S.A. de C.V.


[1] Santana Álvarez, Alberto. “Firma electrónica”. Guía Mejor Gestión Pública, año 2, edición 2,  editada y distribuida por Cazonci Editores S.A. de C.V , p. 34.
[2] Ob. Cit., p. 37.
[3] Ibíd., p. 38.
[4] Ibíd., p. 38.
[5]  Ibíd., p. 38.

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