Reseña elaborada por: Aline Vázquez
Coordina:
Georgina González.
Artículo escrito por Alberto
Álvarez Santana, para la Revista Alcaldes de México en su edición del mes de
noviembre de 2014.El autor comienza por mencionarnos que la buena salud de los
ciudadanos está ligada con la obesidad, lo mismo pasa con os municipios y ayuntamientos
del país.
El
considera que los municipios
“obesos” trabajan con un gran número de dependencias, lo cual afecta
negativamente en la gestión eficaz de la administración pues, ya que, se
requieren de más recursos para gestionar trámites y al pago de nóminas.
A partir del 2014, el programa Agenda desde lo Local, que está al mando del Instituto Nacional para
el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED), de la Secretaría de
Gobernación (SEGOB), transformó su estructura y cambio su nombre a Agenda para
el Desarrollo Municipal. Dicha herramienta de diagnóstico y evaluación busca el
mejoramiento de la estructura de los ayuntamientos.
Uno de los indicadores de desempeño de la Agenda es el porcentaje
de dependencias de los gobiernos municipales en función de un “organigrama
óptimo”. Este organigrama estipula que para los municipios de hasta 200 mil
habitantes, el número máximo de dependencias debe de ser de 13, en tanto que
para las alcaldías de más de 200 mil habitantes, el número máximo debe ser
igual a 20.
“Datos del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y
Delegacionales 2013, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), revelan que de 2 mil 357 municipios y delegaciones de hasta
200 mil habitantes que hay en el país, 1,493 cuentan con más de 13 dependencias
en su organigrama. Es decir, 63 por ciento de las alcaldías de hasta 200 mil
habitantes son “obesas”. Sólo 163 ayuntamientos en dicha categoría cuentan con
13 dependencias, y 701 operan con menos de 13; éstos son, al menos en cuanto al
número de dependencias que los integran, los municipios más sanos”.[1]
Este censo revela también, que de 103 municipios y delegaciones
del país que cuentan con más de 200 mil habitantes, 42 de estos reúnen en su
administración a más de 20 dependencias y sólo cuatro cumplen con el requisito
del “organigrama ideal” de contar con 20. Lo que quiere decir, que, el 40 por
ciento de las alcaldías habitadas por más de 200 mil personas son “obesas”.
“El censo, que reporta cifras al cierre de 2012, refiere que el
personal que labora en las instituciones de las administraciones municipales es
de 944 mil 234 personas, 10 por ciento más que en el censo anterior, el cual
fue elaborado con números correspondientes al cierre de 2011. Uno de cada 10
trabajadores de dichas dependencias labora en municipios del Estado de México,
mientras que en el otro extremo se encuentra Colima con 0.7 por ciento del
total de burócratas”.[2]
Gasto elevado en Burocracia.
José
Antonio González Curi , quien es Coordinador General del INAFED, refiere
el hecho de que existen administraciones
municipales deficientes, que no efectúan las funciones que se les asigna por
mandato constitucional y con limitadas capacidades de recaudación, se refleja
en estructuras “obesas”, por lo que es necesaria una reingeniería administrativa.
González Curi subraya el trabajo que se hace para rediseñar
internamente los programas municipales y clarificar las prioridades de los
ayuntamientos a través de la Agenda para el Desarrollo Municipal. Dicho
programa aborda 40 puntos, entre los cuales está adelgazar, o dicho de otro
modo, reducir a los gobiernos locales que cuentan con más dependencias de las
necesarias. Además se propone un número “ideal” de empleados, con el fin de que
las administraciones trabajen con hasta 400 funcionarios por cada 50 mil
habitantes.
En ese sentido, González Curi agrega que hoy día se tiene una idea
más clara sobre las políticas de desarrollo necesarias para los ayuntamientos,
pero insiste que éstas requieren de una estrecha colaboración entre órganos del
gobierno.
Más dependencias, menos competitividad.
El
presidente de la Comisión de Desarrollo Municipal en la Cámara de Diputados Ernesto
Núñez Aguilar, expone que el problema de los municipios “obesos” se hace más
grave con cada cambio de administración. También indica que lo notable de la
Agenda para el Desarrollo Municipal es que incide en la capacitación y profesionalización
de los alcaldes.
“En ese sentido, Carlos Grandet, investigador del Instituto
Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que el incremento de trámites
desalienta las posibilidades de inversión, lo que afecta directamente a la
competitividad local.
“El municipio es la institución que más contacto tiene con los
ciudadanos, en vista de que es donde se realiza una mayor cantidad de trámites,
si existen una cantidad excesiva de éstos, se inhibe la inversión y el
desarrollo por el incremento en tiempo y costos y tiende a generar más
corrupción”, apunta.”[3]
Cuestión de intereses.
Algunos organismos internacionales como la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre sus
recomendación para los ayuntamientos, refiere algunos: Aclarar las
responsabilidades del gasto y eliminar la duplicidad de funciones y ajustar los ayuntamientos a un tamaño óptimo
enfrenta desafíos.
“En 2013, la entonces Agenda desde lo Local, contó con la
participación de 1,194 municipios, de los cuales 990 concluyeron el proceso de
verificación y 340 se hicieron acreedores al Premio Nacional al Desarrollo
Municipal, con el que el INAFED reconoce los avances de los gobiernos locales
en la atención a las áreas de oportunidad de sus administraciones”.[4]
González Curi admite que aún hay trabajo por hacer para generar un
reordenamiento administrativo. También refiere que entre los pendientes de la
agenda municipal está revisar el Sistema de Coordinación Fiscal para aumentar
los recursos a los municipios e incrementar la eficiencia recaudatoria en
predial y agua.
Referencias.
Álvarez
Santana, Alberto. “Ineficiente, 62% de Municipios”. Revista Alcaldes. México. Noviembre 2014.
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