Elaboró: Aline
Vázquez.
Coordina: Georgina González
Coordina: Georgina González
El aporte que hace Gustavo
Hernández al tema de las políticas públicas tiene como objetivo mostrar una introducción
al análisis de las mismas, que intenta ser un marco conceptual para analizar la
actividad que realiza el gobierno.
Para el las políticas
públicas son: “el resultado de decisiones (sin limitarse a ser decisiones), de
actores actuando a título gubernamental(no obstante la participación de otros
actores sociales), pero que las decisiones de no hacer pueden igualmente
constituir una política, y que generalmente las políticas contienen objetivos,
recursos y producen resultados”.[1]
La definición que nos brinda Hernández del
término de política pública es un tanto
compleja y ambigua, por tal motivo es necesario
tener claro cómo se analiza una política pública y que aspecto se tiene
que analizar (cuál es el problema). Esto lo traduce el autor a crear un marco
de análisis que nos permita reflexionar sobre la problemática de modo claro y
coherente, para esto el propone desarticular el proceso de elaboración de
políticas públicas, es decir, que e proceso tenga una serie de etapas.
Menciona que existen dos
grandes vertientes u orientación en el
marco de las políticas públicas, la primera vertiente es la analítica que
consiste en estudiar el proceso de elaboración (incorporación a la agenda
gubernamental, la toma de decisiones, la aplicación y evaluación). La segunda vertiente
es instrumental, esta consiste en: “utilizar las técnicas de análisis al servicio
de la producción de las políticas”[2], por su objetivo están más
centradas a la toma de decisiones.
Hernández nos menciona que existen enfoques
teóricos para el análisis de las políticas públicas, para él los enfoques
pretenden dar solución a cuestiones esenciales que se plantea la disciplina: “por
qué varían las políticas entre los diferentes países y entre los diferentes
sectores de un país; por qué cambian o permanecen estables las políticas; por
qué una política es o no efectiva; y finalmente, qué tan democrático es el
proceso de producción de las políticas”.[3] Para él existen seis
enfoques teóricos:
1.
Public
Choice. También conocida como el enfoque de la elección pública,
tiene fundamentos en principios de la economía neoclásica, ya que asume que
los actores políticos y económicos actúan
de forma racional con el objeto de satisfacer sus propios intereses.
“Esta
suposición lleva a los autores de esta corriente a observar el proceso de
producción de las políticas como una interacción entre ciudadanos (votantes)
interesados en la mayor cantidad de bienes públicos al menor costo
posible(impuestos), y unos actores políticos que intentan proveer esos bienes
para adquirir mayor poder y prestigio”.[4]
2.
Welfare
Economics. O Estado de Bienestar, este enfoque parte del supuesto
que los individuos, a través de los mecanismos de mercado, deberían tomar la
mayor parte de las decisiones sociales, aunque se reconoce que los mecanismos
del mercado no siempre distribuyen los recursos eficientemente y es donde el
gobierno debe de intervenir.
En
este enfoque el gobierno debe de analizar las necesidades de la sociedad, y en
la medida que dichas demandas se originen en un defecto del mercado,producir una
política que permita resolver el problema.
3.
Teorías
de Clase (Neo-Marxismo). Este enfoque intenta demostrar cómo
políticas benefician los intereses del capital y comprueban la falta de
autonomía del Estado.
4.
Pluralismo
y Corporatismo, o el Estado producto de la sociedad. En
este enfoque se admite la prioridad de los grupos de interés en el proceso
político, las políticas son concebidas Las
políticas son percibidas como el resultado de un proceso de competencia y colaboración entre los grupos
de interés y pretenden máximar los
beneficios de sus miembros, en tanto el
papel que juega el gobierno es el
de un árbitro.
5.
Estatismo
o la sociedad producto del estado.“Este enfoque se edifica
sobre las críticas de los dos anteriores, y de allí que tenga como principal
unidad de análisis las organizaciones sociales y/o las instituciones política”.[5] El Estado es concebido
como un actor independiente y capaz de idear e implementar sus propios
objetivos.
El
inconveniente de este enfoque es que el gobierno no puede explicar la existencia
de políticas que están dirigidas a los derechos y libertades, es decir, no
puede imponer su voluntad.
6.
Neoinstitucionalismo. En
este enfoque la elaboración de políticas públicas lo determinan las
instituciones, es decir, estas determinan la actividad política. También en este
enfoque los individuos y los grupos
sociales intentan realizar sus objetivos
pero lo hacen dentro del marco de un
conjunto de reglas que proponen las instituciones.
En general cada uno de los
enfoques trata de explicar los fenómenos públicos fundados en una sola
variable. Para que sea útil cualquiera de los enfoques es necesario explicar
las relaciones causales entre los diferentes elementos que componen su marco
teórico.
Como conclusión el autor nos menciona que
el punto de partida para elaborar y analizar una política, es utilizando la
racionalidad, para que se puedan solucionar los problemas públicos y de tal
modo la acción gubernamental sea eficiente y eficaz.
Referencias.
Internet:
Hernández, Gustavo. El
Análisis de las Políticas Públicas: Una disciplina incipiente en Colombia.
Revista de Estudios Sociales, número 4, 1999, p. 12. Recuperado: 4 de julio de
2014. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=81511266007
[1]Hernández, Gustavo.
El Análisis de las Políticas Públicas: Una disciplina incipiente en Colombia.
Revista de Estudios Sociales, número 4, 1999, p. 3-4. Recuperado: 4 de julio de
2014. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=81511266007
[2]Ibíd., p. 2.
[3]Hernández,
Gustavo. Ob. Cit., p. 6.
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