Elaboró: Aline
Vázquez.
Coordina: Georgina González
Coordina: Georgina González
Mauricio Merino Huerta, es
Doctor en Ciencia Política por parte de Universidad Complutense de Madrid en España. Entre
sus líneas de investigación, destacan temas como la ética pública, el acceso a
la información pública y as políticas públicas.
Una de las contribuciones que hace Merino al tema, radica
en la importancia de la ética en el análisis de las políticas públicas, para él
es necesario recuperar el sentido ético
del enfoque de política pública, por tres razones. La primera razón es porque la política pública
admite la intromisión del Estado, la segunda, es porque la intervención del
Estado en las políticas no sólo se separa del poder, sino además se refiere al
espacio público y la tercera razón es porque toda política pública existe una
selección de problemas públicos y una elección entre alternativas de solución. Y
de ahí que ninguna política pueda anhelar a la neutralidad ética.
Para Merino las políticas públicas son entendidas como: “decisiones
tomadas desde una posición de poder, que buscan el mayor provecho posible para
el espacio público a partir de una selección deliberada de temas y alternativas
de acción”.[1]
Y estas siempre están vinculadas a una posición ética.
El propósito del autor de relacionar el tema del análisis
de las políticas públicas con el de la ética se relaciona con el estudio de la moral,
los valores y de la acción humana), radica
en que se logren evitar los riesgos (uso del poder público para
favorecer intereses privados) en el diseño como en la implementación de los
cursos de acción elegidos por el Estado.
La ética en el análisis de las políticas públicas reside
en la importancia que tiene la teoría de entrada, para el proceso que lleva a escoger los
problemas públicos, los métodos para definirlos y la racionalidad asociada a
esa selección.
Merino para definir la
teoría de entrada retoma a Jon Elster, quien menciona que “las teorías de entrada no sólo suponen una
concepción previa sobre la relación entre el Estado y la sociedad (y también
sobre el Estado y los individuos, así como sobre las responsabilidades,
obligaciones y limitaciones que se suponen distribuidas entre unos y otros),
sino un sistema de valores asociado a la racionalidad de sus decisiones”.[2]
En una teoría de entrada no se
podrán solucionar los problemas que surjan en las fases de la implementación y
diseño de una política pública. Pero si podrá plantearse como una forma de
gestión del espacio público sujeta a los intereses y a las relaciones de poder
circunstanciales.
Una vez que se elige una posición ética definida sobre
los conflictos que deben ser resueltos por el Estado, la política pública requierede
un mapa de ruta. Es decir, “una definición explícita del problema que quiere
ser solucionado, sobre la base de las causas que le dieron origen y de las vías
de acción que resultan factibles para hacerlo”.[3]
Para la construcción del mapa de ruta es necesario que el
analista de políticas definael problema, es decir desarticularlo por sus causas y buscar los medios más factibles
para atenderlo o gestionarlo y darle solución a la problemática. Referente a
esto Merino nos menciona lo siguiente: “es probable que el mayor desafío de un
analista de políticas públicas consista, precisamente, en hallar las
herramientas necesarias para vincular causas y soluciones en una argumentación
técnica y políticamente viable”.[4]
El analista debe de recurrir a todas las herramientas
econométricas (las relaciones que existen entre un fenómeno estudio y las
variables)que tenga a su alcance para poder identificar con mayor exactitud las
causas que generan el problema que debe de ser resuelto, después el analista
analizara la soluciones factibles para la resolución de este. Además el
analista deberá de elegirlos medios que utilizara para proponer cuales son las
vías más redituables y provechosas en relación los recursos que tenga a su
alcance.
También en la fase del diseño de la política se sufrirá
otro tipo de limitaciones. “Las más comunes se refieren a la información y al
tiempo efectivamente disponibles para tomar decisiones, a la importancia de las
rutinas previamente adoptadas, y a los intereses políticos que inevitablemente
se ponen en juego al actuar dentro del espacio público”.[5]
Merino menciona que es inverosímilque las decisiones que
llevan a la fase del diseño de políticas
públicas se correspondan fielmente con la mejor solución. Para él:
“Quien
toma las decisiones debe hacerlo, más bien, contra el tiempo, contra la falta
de información, contra la falta de medios y de recursos económicos suficientes,
contra las restricciones organizacionales que imponen una determinada forma de
actuar que se considera apropiada, y contra distintos intereses políticos. Pero
no podrá hacerlo en contra de los valores que haya elegido, pues estaría
negando su propia argumentación”.[6]
En párrafo anterior se justifica otra razón para incorporar la ética al análisis de
políticas públicas, ya que al final
ninguna de ellas es una condición capaz deafirmar que efectivamente se está
tomando la mejor decisión. Tampoco se puede aseverarque se trata de una
decisión racionalmente, Más sin en cambio, la argumentación que se haya
levantado durante el elaboración del mapa de ruta sí es una condición necesaria
para que la política pública guarde la mayor coherencia posible a lo largo de
su recorrido.
Merino, también propone el uso de la ética en el análisis
de políticas públicas en la fase de la implementación. “La implementación
exitosa de una política pública no consiste solamente en la repetición mecánica
de un conjunto de procedimientos establecidos, sino que supone también
capacidad de adaptación y compromiso con los valores previamente asumidos”.[7]
Como conclusión el autor refiere, que contradicciones en la fase de la implementación
de una política pública son igual de complejas como las que hay la definición
de un problema público. En tanto que en la puesta en marcha de un programa,también
se afectanlos intereses y esto producir
nuevas dificultades, que no pueden apreciarse al principio de la ruta a seguir.
El relacionar el análisis de las políticas públicas con
la ética, desde la perspectiva de Merino es que se logren evitar riesgos en el
proceso de estas, es decir, que el poder público no solo beneficie a los
intereses de privados.
Referencias.
Internet:
Merino, Mauricio.
La importancia de la ética en el análisis de las políticas públicas.
Publicado en la Revista del Centro Latinoamericano de Administración para
el Desarrollo (CLAD). Reforma y Democracia.
No. 41. Junio 2008. Recuperado el julio de 2014. Disponible en:
http://old.clad.org/portal/publicaciones-del-clad/revista-clad-reforma-democracia/articulos/041-junio-2008/merino
[1] Merino,
Mauricio.La importancia de la ética en el
análisis de las políticas públicas. Publicado en la Revista del Centro Latinoamericano
de Administración para el Desarrollo
(CLAD). Reforma y Democracia. No. 41. Junio 2008, p. 1. Recuperado el julio de
2014. Disponible en:http://old.clad.org/portal/publicaciones-del-clad/revista-clad-reforma-democracia/articulos/041-junio-2008/merino
[2]Merino,
Mauricio. Ob. Cit., p. 4.
[6]Ibíd., p.
7.
[7]Ibíd., p.
10.
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